De Goya a coordinar cómo acercar a los estudiantes de quinto año de escuelas secundarias porteñas al mundo laboral y a la formación superior.
En esta entrevista íntima, minutos después de cerrar un acuerdo con Carrefour; - para que el gigante francés reciba a más de 900 alumnos-, vas a conocer a este goyano llamado Fer “Topa” Villa.
Contador, Licenciado en Administración de Empresas y Magister por dos (en Administración de Negocios del IAE y de Políticas Públicas de la Universidad Austral) con una mirada puesta en la gestión pública, nos recibe en el nuevo edificio del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires ubicado en la ex-Villa 31, hoy Barrio Mugica.
- ¿Quién es Fernando Villa?
(Risas…) ¡Qué buena pregunta! Creo que sigue siendo ese chico de Goya, de sobrenombre “Topa”, el hijo más chico de Foncho y Teresita (Nota de redacción: Fernando hace referencia a sus padres, Foncho Villa y Teresita Aguilar). Por cosas del destino terminé estudiando en Buenos Aires, para luego quedarme a trabajar acá, casarme con Ceci; y ser padre de tres hijos maravillosos - Justina, Matilde y Vicentecon quienes formamos una linda familia“goyaporteña”.
-¿Cómo fue tu vida de chico en nuestra Ciudad?
Mi vida en Goya fue increíble o al menos la recuerdo así; entre la Escuela Normal, la Sportiva, los corsos y la Fiesta del Surubí, no tenía tiempo para aburrirme. Al ser el más chico de cinco hermanos, siempre estuve rodeado de amigos míos y amigos de mis hermanos, con quienes pasaba muy lindos momentos.
- ¿Cuándo comenzó tu desarraigo de Goya?
Pufff…(resopla) Desarraigo me parece una palabra muy fuerte. No siento que lo haya vivido así… un desarraigo, literal. Fue el proceso por el cual pasábamos todos los chicos de mi generación, de tener que irnos a estudiar a algún lado. Sí, podría decirte que hubo un punto de partida, que fue cuando hice mi intercambio estudiantil en Estados Unidos. Allá terminé la secundaria y a mi regreso fui a estudiar a Corrientes.
Sí, sí, antes de Buenos Aires, pasé por Corrientes donde intenté ser ingeniero en sistemas, pero no funcionó. Y luego de esta pequeña crisis vocacional, la opción para seguir estudiando fue Buenos Aires y la tomé.
-Al no estar más tus padres ¿te conectas con nuestra ciudad?
De una manera u otra siempre estoy volviendo, tengo amigos y parientes a quienes me gusta visitar. Sin ir más lejos, el año pasado pude ir con unos colegas a contar el trabajo que estamos haciendo acá, en la Ciudad de Buenos Aires, en temas de educación. Siempre, en la medida que puedo, recibo a gente de Goya en el Ministerio.
Hace unas semanas estuvo Mariano (Nota de redacción: hace referencia al Intendente Hormaechea). Trato de estar informado de los temas relevantes que pasan allá y también de aquellos que no lo son (risas…). Me gustaría poder ir más seguido, pero ya me ves acá, súper atareado con la gestión. En Educación no paramos ni un minuto.
-A eso quería llegar, la política ¿Cómo llegó a tu vida?
No sé si llegó o siempre estuvo. A causa de las actividades de mi viejo, tanto las empresariales -en épocas de la fábrica de Coca Cola y de la cervecería Quilmes- como las políticas, circulaba por casa un sinfín de empresarios, políticos y gente muy diversa, a quienes admiraba y de quienes también aprendí muchísimo. Me encantaba inmiscuirse en esas reuniones de negocios o políticas y generar la atención de todos. Me hacían sentir “importante”.
Igualmente, no siento que sea un político per se, me considero más un laburante de la gestión, me ilusiona el poder hacer cosas que tengan impacto en la vida de la gente, eso es lo que me motiva a seguir trabajando en el Gobierno de la Ciudad.
- ¿Y cómo es ser un funcionario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?
Es como ser el maquinista de un tren bala, no paras, el día no te alcanza con la velocidad que suceden las cosas. Horacio (Nota de redacción: Fernando menciona así al Jefe de Gobierno Rodríguez Larreta) realmente hace honor al slogan de la gestión, “la transformación no para” nunca en la ciudad. Al verlo a él laburar de la manera en que lo hace, no hay chances de que no te contagies, realmente te motiva y te invita a seguir ese ritmo.
-Entonces, estás en Educación y sos el responsable de que los alumnosde 5° año hagan sus prácticas laborales ¿qué son?
En realidad, son prácticas educativas cuyo fin es acercar a los estudiantes de quinto año de todas las escuelas secundarias de la ciudad al mundo laboral, a la formación superior y a una proyección de una ciudadanía más responsable y comprometida.
La verdad es que son experiencias pedagógicas únicas y enriquecedoras por las cuales los alumnos transitan por organizaciones de distintos sectores. Desde lo académico, por ejemplo, los chicos hacen sus prácticas en la UBA; en el sector productivo tienen miles de opciones en empresas de todo tipo, bancos, laboratorios, empresas comerciales, tecnológicas. Y también porque nos interesa muchísimo que los chicos y las chicas se apropien de su ciudad, realizan actividades en organismos del Estado, y del tercer sector para conocer desde adentro las opciones que tiene el gobierno para ellos. En las escuelas las llaman con las siglas ACAP, que significa “actividades de aproximación”.
- ¿Y qué impacto tienen en los alumnos estás actividades de aproximación al mundo laboral?
Por un lado, expanden sus oportunidades de aprendizaje y de formación. Y por el otro, son instancias en la que los estudiantes adquieren competencias y saberes en contextos reales laborales. No son empresas simuladas -que quizás hubiera resultado más fácil implementar- sino oficinas en las que los alumnos van, cumplen un horario y obligaciones como si fueran un miembro más de la organización. Estas experiencias no solo les van a servir para desempeñarse en el futuro, sino para plantearse hoy quéquieren ser para ese futuro.
-Última pregunta: tu jefa es la ministra Soledad Acuña, una de las funcionarias más importante del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta ¿Qué sentís al trabajar con ella?
Un gran compromiso, por sus manos pasa la gestión de la educación de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene una responsabilidad tan grande que es imposible de dimensionar; cada decisión que toma tiene un impacto directo en miles de chicas y chicos que asisten diariamente a las escuelas de la Ciudad. Sin caer en un cliché, es un placer trabajar con Sole. Es líder, dirigente y mamá, todo en una sola persona. Nos da mucha libertad de acción, te deja ser, pero no te podés dormir; porque como debe ser, exige resultados.
Cuando termine su gestión, creo que la historia de la Educación del país la va a recordar como la ministra que, en pandemia, logró que los estudiantes vuelvan a clases y que ir a la escuela fuera noticia. (Nota de redacción: Fernando hace referencia al libro escrito por Soledad Acuña, “El día que ir a la escuela fue noticia” –CABA, Ariel, 2022)
-Te mentí, te dije que era la última pregunta, pero son 10. ¿Vas a ir a la Fiesta del Surubí?
Muero de ganas de ir. Hace mucho que no voy a la fiesta. Me contaron que lo que sucede en Goya en esos días es algo increíble. Así que estoy tachando los días que faltan para poder estar y compartir con todos los vecinos y vecinas de mi ciudad.
De hecho, estamos llevando desde el Ministerio de Educación a la Fiesta del Surubí, una propuesta que se llama “El Planetario en tu Ciudad”; que busca reproducir todas las actividades que se realizan en el Planetario “Galileo Galilei”. Espero que todos se acerquen a disfrutarlo.
¡Nos vemos ahí!
" name="share" class="btn">