Estas políticas de ajuste salvaje afectan a todos, pero repercuten con crudeza en los sectores más postergados y en la clase media de nuestra sociedad: el desguace de la obra pública, la profunda precarización salarial de los trabajadores; la eliminación de programas claves en el ámbito de la salud (que incluyen recortes en la obra social del PAMI) el cese de envíos de fondos para comedores y el cierre de entidades que han contribuido enormemente a la soberanía alimentaria (como el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena) y a la soberanía cultural son solo algunas de las medidas que dañan significativamente la vida de las familias argentinas, siendo las mujeres, niños, adolescentes y jubilados los más perjudicados en este primertrimestre del año.
Nunca como hasta ahora en el marco de la democracia se ha consolidado un proyecto político con un explícito programa de destrucción del Estado y de transformación profundamente negativa de nuestro modo de vida individual y colectiva, escamoteando nuestros más nobles valores como pueblo e instalando un individualismo estéril. Y esto aún cuando muchos de los funcionarios del actual gobierno son ya conocidos de la “fiesta neoliberal” de los años noventa y algunos de ellos, incluso, responsables directos de la crisis del 2001 y de la deuda ilegal contraída durante el gobierno de Mauricio Macri.
Ya no es, en efecto, sólo un modelo económico el que está en discusión: es la existencia misma de la República Argentina como país soberano lo que está en riesgo.
A la desregulación económica en marcha, con las consecuencias de cierre de fábricas y empresas, el aumento del desempleo y de la pobreza, se le suma una estrategia integral de división del país, una balcanización o fragmentación de nuestro territorio que tiene como objetivo la entrega de nuestros recursos para beneficio del capital concentrado nacional y extranjero.
Milei llegó con el voto, es cierto. Pero ha traicionado la esperanza de sus votantes y ha desvirtuado el sentido de la legitimidad democrática para, justamente, descomponer la democracia e instaurar un sistema del “todos contra todos”. No cargaremos las culpas contra quienes han ejercido su fundamental derecho a elegir: 30.000 compañeros y compañeras han dejado sus vidas para dignificar ese derecho. Pero sí, haremos las críticas a las medidas de gobierno que buscan reducir a nuestro país a un mero enclave colonial.
Incluimos, en este panorama, el rol de los medios de comunicación y de las redes sociales como potenciales instrumentos de difusión de información falsa y de anulación del Otro por medio de sistemáticas campañas de difamación. Reconocemos que el desarrollo tecnológico y de las herramientas de comunicación son aspectos
indispensables, pero utilizadas con el propósito de falsear la verdad, menoscabar la integridad de las personas que piensan diferente y, financiación mediante, establecer un circuito de difamadores profesionales en las redes que hoy son flamantes funcionarios del Estado que tanto dicen aborrecer, representan un tema que debe discutirse en el marco de esta coyuntura política y social.
Es falso el discurso de que podemos salir adelante en base al sufrimiento de millones de compatriotas; es falso que los índices de inflación puedan bajar aplicando las leyes del libre mercado e impidiendo a las familias acceder a los productos elementales de la canasta básica; es falso que con tarifazos en los servicios públicos, en los alimentos y en la medicación podamos llegar alguna vez a mejorar nuestras condiciones de vida; es falso que volviendo atrás, al modelo de país agroexportador, al “granero del mundo”, podamos progresar. Es mentiroso todo discurso que predica la LIBERTAD y sólo fomenta la desunión y la violencia.
Argentinas y argentinos: hagamos memoria. Los derechos que hemos sabido conquistar a través de la historia, con sacrificio y pérdidas de tantas vidas, no pueden desaparecer por decreto, de un plumazo. Estos derechos, consagrados en la Constitución, son la única garantía para que podamos reconocernos como personas y podamos trabajar, comer, estudiar y vivir en libertad: la libertad de un país soberano y no bajo el yugo de la libertad de un mercado carnívoro.
¿Qué queremos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a dejar que rematen el país, nuestro país, nuestra tierra, tan fecunda, aún cuando la hayan desahuciado mil veces?
En esta invitación al diálogo, convocamos a todas las fuerzas políticas, a las organizaciones sociales, a las instituciones educativas de todos los niveles, a los trabajadores y al pueblo en general para que reflexionemos y debatamos en conjunto sobre los intereses que están en juego en esta hora de la patria. Es imprescindible la participación popular en la toma de decisiones, pues resulta inconcebible que por acuerdos de carácter fiscal, muchos gobernadores hayan negociado de manera inconsulta el futuro de sus provincias y sus representados.
En Corrientes, el gobernador Gustavo Valdés se muestra orgulloso de acompañar las medidas del gobierno de Milei, aún cuando algunas de ellas suponen una reforma de facto del Estado, un cambio dañino en las relaciones entre la nación y las provincias, entre cuyas manifestaciones encontramos una caída significativa de los fondos de coparticipación y de otros recursos federales, como el FONID (Fondo de Incentivo Docente); un perjuicio a las economías provinciales por el cese de la obra pública, dimensión estratégica del desarrollo del país; y una caída salarial que afecta directamente la calidad de vida de cada uno de los trabajadores correntinos.
El gobierno de Javier Milei es negacionista: pretende distorsionar la verdad histórica de la última dictadura cívico-militar poniendo en duda la cifra de desaparecidos, las torturas, la apropiación de bebés en centros clandestinos y campos de exterminio; promueve un relato falaz sobre el Terrorismo de Estado y permite la condecoración de genocidas. En Corrientes, ha desmantelado, con la pasividad dl Estado provincial, las estructuras del los Espacios de Memoria reconocidos por ley, con despidos y reducción presupuestaria, como en el Ex Regimiento 9 de Infantería.
Como hecho grave y preocupante, en los últimos días nos ha llegado la noticia de un feroz y cobarde ataque a una joven militante de la Agrupación HIJOS, golpeada y abusada sexualmente por autodenominados seguidores de Javier Milei. Esto inflige a nuestra democracia un daño feroz, por lo que nos sumamos a la exigencia de justicia en este hecho y señalamos la responsabilidad del gobierno nacional en su intento por disminuir la gravedad de este crimen y por promover discursos que alientan y habilitan este grado de violencia.
Nunca más significa NUNCA MÁS.
En esta fecha en que convocamos al dialogo fraterno ante la situación actual en que nos encontramos como país y en que rememoramos el comienzo de la última dictadura cívico-militar, sentimos que nuestros 30.000 compañeros y compañeras nos animan a no bajar los brazos, y reafirman con su presencia candorosa en nuestra memoria esta consigna por la que han luchado y entregado su vida en el sueño de un país más justo: CUIDAR AL PUEBLO, AMAR LA PATRIA.
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.
COMISIÓN DIRECTIVA DE MEDEHS GOYA
DOMINGO 24 DE MARZO DEL 2024.
Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia
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