Los hábitos están cambiando en la mesa de los argentinos. Aunque el país sostiene un alto nivel de consumo de carnes en la comparación global, se sostiene una tendencia irreversible en la dieta nacional: se elige más pollo y cerdo que vaca.
Las estimaciones provienen del cruce de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCRA), que revelan que por primera vez en la historia de la Argentina se consumió más pollo que carne vacuna: en el 2024, se demandaron 49,3 kilogramos por habitante promedio de productos avícolas, contra 48,5 kilos de alimentos bovinos.