Al Director de la DPEC, Funcionarios políticos o a quien corresponda
Para poder entrar en tema, voy a recurrir a la memoria que aquellas personas que, como yo, peinamos canas y tenemos la posibilidad de acordarnos de estos hechos.
Empezaba a desandar sus días aquel lejano año de 1987 donde ya se hacían cortes programados por las noches con turnos rotatorios de dos horas. Por aquellos días éramos unos mozalbetes que no nos afectaba mucho el calor o bien no era tan intenso como en la actualidad.
En la casa de nuestros padres había (si es que había), un solo aire acondicionado por casa y estaba sin lugar a dudas en la pieza de nuestros progenitores donde el resto de los integrantes de la casa nos arreglábamos con un ventilador y con eso ya estábamos bien.
Cuando hacia empezábamos las clases, en nuestros salones no había refrigeración en verano, ni calefacción en invierno e íbamos siempre a clases, no había necesidad se suspender las mismas.
Con el transcurrir del tiempo, gracias a Dios, nuestra querida ciudad fue agrandándose al mismo tiempo que empezábamos a volvernos más intolerantes a las altas temperaturas o bien estas se incrementaban por sí misma. De allí que en las casas se colocaban otros aparatos de refrigeración en distintas dependencias de las mismas, pasando a ser común que en dichos hogares haya más de dos o tres de los aparatos antes mencionados.
Posteriormente a esto se acostumbraba a cortar la luz los días domingo desde las 7 de la mañana hasta las 10, con la promesa de hacer mantenimiento para evitar, en años posteriores cortes de luz y….. bien Gracias.
Lo lógico hubiera sido, que con el crecimiento de la ciudad (tanto en densidad demográfica como en aumento del consumo), los distintos directores que han pasado por la DPEC y así mismo la tan mencionada casta política que también han pasado por distintos cargos en el devenir de los años, tuvieron que tratar de tener un poquito de visión a futuro y prever lo que podía venir y que lamentablemente estamos padeciendo todos los habitantes de nuestra querida ciudad de Goya y sus alrededores.
Como siempre he dicho y eso me ha llevado a discusión con innumerables personas es que NO TENEMOS QUE NORMALIZAR LO QUE ESTA MAL NI ACOSTUMBRARNOS A ELLO.
La desidia con la que se manejaron los otrora directores y dirigentes políticos, por no querer creer que sus actos hayan sido producto de corrupción, es inadmisible porque por ellos, nosotros estamos padeciendo el producto de su impericia.
Nunca se realizaron las inversiones correspondientes en las infraestructuras eléctricas. Ya sea en el cableado o en transformadores o no se han hecho lo suficiente como para evitar lo que estamos pasando. Una persona que trabaja todo el día, quiere que llegar a su casa y medianamente poder descansar y debido a las elevadas temperaturas que hace varios años estamos pasando y que pasa… cortan la luz. Las explicaciones son muchas y hay que reconocerlas, son bastante creativas.
La moraleja del cuento es que estamos sufriendo en toda la ciudad cortes de luz varias veces en el día y todos los días. Haya viento, truenos, rayos, sol, este nublado y cualquiera sea la inclemencia climática este sobre la ciudad en ese momento.
Estamos pagando un servicio carísimo, al punto de que personas se les hace imposible pagaros, por una prestación paupérrima. Que, si fuese medianamente bueno, uno no tendría resquemor de pagar los altos costos que pagamos abonamos hoy en día.
Cuál es el fin de la novela es que los habitantes de esta bendita ciudad no podemos descansar por la decidía de años y la falta de visión s futuro de todos los ineptos que han pasado por los distintos cargos que estaban relacionados con el tema que me lleva a escribir estas líneas.
Por eso y sin más que agregar, espero que a los próximos dirigentes que ocupen los cargos antes mencionados, el TATA DÍOS, pueda iluminarlos y llevar a una solución a este tema que ya se hizo eternas como estas líneas.