En Argentina parecería que sí. Recientemente el Presidente Milei en el proyecto de la mega ley habría intentado suprimir gastos del INCAA y de otros organismos al que financia el Estado argentino (como solvente tanta otra cosa). Rápidamente los grandes "REPRESENTANTES DE LA CULTURA" alzaron su voz de protesta y la ley será cambiada y todo se mantendrá como estaba.
¿Por qué solo los famosos que VIVEN DE LA CULTURA SON LOS REPRESENTANTES DE LA CULTURA ?
Los grandes actores, actrices, cantantes y otros de segunda línea son los beneficiarios, pero TODOS VIVEN DE LA CULTURA Y EL ESTADO DEBE MANTENERLOS.
En nuestro país hay miles de círculos agrupados en asociaciones, grupos que trabajan anónimamente por la cultura, sin ánimo de lucro, y NADA RECIBEN.
Para que se entienda daré un ejemplo. En nuestra ciudad algunas veces creamos el Teatro vocacional Goya y nuestra misión era promocionar el teatro. Recorríamos toda la zona rural, barrios, escuelas y capillas llegando el teatro incluso a quienes jamás vieron. Nunca cobramos un peso poníamos de nuestro bolsillo. Un verdadero voluntariado POR LA CULTURA. Nadie nos puso una placa ni nos subsidió nada. Si hay miles de grupos de distintas áreas de la cultura que trabajan anónimamente y nada reciben.
Pero resulta ser que LA CULTURA EN ARGENTINA YA TIENE DUEÑO. Estos dueños, que reitero VIVEN DE LA CULTURA, hasta hacen paro para culturizar por plata. Parecería que cultura es pagarle a Soledad, Teresa Parodi o quien sea 35 millones para que cante media hora. O pagar producciones fílmicas que nadie ve, o tiras de novelas que no culturizan a nadie. Lo cierto es que el grupo de ballet de un pueblito de Jujuy, o donde sea siempre será ignorado y esos sí hacen cultura.
Entonces volvemos al principio: ¿YA EXISTEN LOS DUEÑOS DE LA CULTURA?
Sólo hay que recordarle que cultura no es precisamente todo lo que solventa el Estado, sino está en las manos y voces anónimas que trabajan en silencio con la promoción de la cultura en casa rincón del país. Eso es cultura y no forman parte del reparto de la torta del INCAA ni de ningún otro organismo privilegiado.