La conmovedora historia de Rubén Amaro González comienza a entrar en su etapa reparadora. Luego de que este año recuperara su identidad al ser individualizado tras pasar décadas como NN en un cementerio de Avellaneda, llegaron este viernes a su tierra natal los restos del joven obrero mercedeño que la dictadura mató en una redada.
Los restos de González descansan en la capilla ardiente del cementerio La Merced. Fotos cortesía Agustín Avalos y Pablo Vassel.
La familia de Amaro González recibió hoy de manos del abogado y especialista en Derechos Humanos Pablo Vassel, una urna con los restos que el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) entregó luego de los estudios que permitieron identificarlos.
Somigliana, Vassel y Maroscaul en el Eaaf.
Vassel cumplió el trámite de rigor en el Eaaf durante la mañana, en un encuentro con los especialistas Carlos "Maco" Somigliana y Gala Maroscaul.
Y por la tarde, el exsubsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, entregó en Mercedes a las hermanas del obrero la urna correspondiente.
Vassel recibe en Buenos Aires la urna.
Por decisión de la familia, permanecerá en la capilla del cementerio de la ciudad de Mercedes donde se realizó un responso íntimo, mientras que este sábado a las 9 se concretará el sepelio.
Se trata de un paso histórico y trascendente en diversos niveles, pues se conoció la verdad y la familia puede hacer un duelo y darle cristiana sepultura a los restos de Rubén Amaro González, quien en diciembre de 1976 fue asesinado por la dictadura en el conurbano bonaerense.
Entregaron los restos del correntino que había sido fusilado por la dictadura
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