Queridos vecinos y vecinas de Goya, de la ciudad, de nuestros barrios y de la querida zona rural: En esta Nochebuena y en esta Navidad quiero llegar a cada hogar con un saludo fraterno y sincero. Que el Niño Jesús, “rostro de la Misericordia de Dios”, toque nuestros corazones y nos renueve por dentro. Su nacimiento nos habla de sencillez, de ternura y de cercanía; nos invita a volver a lo esencial y a reconocernos hermanos en una misma comunidad.

La Navidad es un tiempo para hacer silencio, para mirar al otro, para tener presente a quienes ocupaban esas sillas que hoy están vacías y para encender una luz allí donde a veces hay cansancio, preocupación o dolor. Como decía Francisco, estamos llamados a ser “portadores de luz”, especialmente en los lugares donde más se la necesita.
Esa luz se hace concreta cuando la fe se transforma en compromiso.
En nuestra Goya, esa enseñanza tiene nombre propio. Monseñor Alberto Devoto, nos enseñó con su accionar que: “La fe cristiana no puede vivirse de espaldas al sufrimiento del hermano.”
Ese mensaje, tan simple como profundo, nos recuerda que no hay verdadera Navidad si no hay amor al prójimo, si no hay justicia, si no hay solidaridad con los que menos tienen.
Nuestro pueblo sabe de esfuerzo, de trabajo y de esperanza.
Ninguna persona se realiza en una sociedad donde la comunidad no se realiza, y la verdadera felicidad no es individual, sino profundamente colectiva. La Navidad nos convoca a reafirmar esos valores: la justicia social, la dignidad del trabajo y la comunidad organizada como camino para que nadie quede afuera.
Aprovecho también para desearles un próspero Año Nuevo. Que el 2026 sea un tiempo para volver a empezar con esperanza. Que no nos falte la salud, el pan en la mesa, el trabajo digno y la fuerza necesaria para seguir cuidándonos entre todos, con los pies bien firmes en la tierra y el corazón puesto en nuestra amada Goya.
Sigamos construyendo, desde cada barrio, desde el campo y desde la ciudad, una comunidad más justa, más humana y más fraterna, fiel a nuestras raíces y a nuestra historia.
¡Felices Fiestas!
Que la paz, la esperanza y la solidaridad habiten cada hogar goyano.
Les desea, quien les dirige estas palabras: Concejal Emanuel Blanco