Por Pablo Santiago Martínez Soler - En 2016, el entonces presidente Mauricio Macri advertía sobre la imposibilidad de cambiar por ley la realidad. Hoy, 8 años después, muchos legisladores buscan cambiar esta realidad a través de leyes que incrementen las jubilaciones. Sin embargo, es crucial considerar el impacto a mediano plazo de tales decisiones, especialmente en un contexto de gran fragilidad económica en el país.
Es importante manejar con cuidado los incrementos en las jubilaciones, ya que la seguridad social representaba un porcentaje significativo del gasto público (46,3%) y cualquier aumento podría tener un impacto negativo en el resultado fiscal.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger a los jubilados y la sostenibilidad fiscal, para evitar que las decisiones a corto plazo se conviertan en un "bumerán" que cause daños mayores en el futuro.
Evolución de la jubilación mínima entre 1983 y la actualidad.
Fuentes: INDEC, dineroeneltiempo.com, IPEC(Santa FE años 2006-2015) A lo largo de los últimos 21 años de democracia, las jubilaciones han experimentado una disminución significativa en su valor. En promedio, las jubilaciones han pasado de tener un valor de $114 a $76,4. Pero, ¿qué significa exactamente esta disminución cuando se habla de "dólares constantes de 1983"?
Los dólares constantes se refieren a la cantidad de dinero que tendría el mismo poder adquisitivo en un año base (en este caso, 1983) que la cantidad actual. Es decir, se ajusta la inflación para que el valor del dinero sea comparable en diferentes momentos.
En otras palabras, si en 1983 podías comprar 100 unidades de un bien con $100, en 2023 necesitarías más dinero para comprar las mismas 100 unidades debido a la inflación. Los dólares constantes permiten comparar el valor real de la jubilación en diferentes años, descontando el efecto de la inflación.
En este caso, cuando se dice que las jubilaciones han disminuido a $76,4 en dólares constantes de 1983, significa que el poder adquisitivo de las jubilaciones ha disminuido significativamente en comparación con lo que se podía comprar con $114 en 1983. Esta disminución refleja la pérdida de valor real de las jubilaciones a lo largo de los años.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), las jubilaciones mínimas experimentaron una reducción significativa, llegando a un valor de $54,30 en dólares constantes de 1983, esta reducción se debió fundamentalmente a que se produjo en esta época el período de mayor inflación en la historia argentina. Durante la época de la convertibilidad (desde 1991), el valor de las jubilaciones mínimas se recuperó y superó los $100 en dólares constantes.
Luego, al final del gobierno de Carlos Menem (diciembre de 1999), el valor de las jubilaciones mínimas disminuyó a $86,71 en dólares constantes de 1983, debido a la pérdida de poder adquisitivo del billete estadounidense, ya que durante todo el período de convertibilidad el valor de la jubilación mínima fue de 150 pesos convertibles en dólares. La situación empeoró durante la crisis económica de 2001-2002, cuando el valor de las jubilaciones mínimas llegó a su punto más bajo, alcanzando apenas $40,50 en dólares constantes al final del gobierno de Eduardo Duhalde (2003). Esta reducción se debió a una fuerte devaluación que se produjo en la salida de la convertibilidad y la consecuente inflación provocada.
Sin embargo, la austeridad fiscal impulsada en los gobiernos de Duhalde y Néstor Kirchner desembocó en una sensible reducción de la inflación y un consecuente aumento significativo en el valor de las jubilaciones. Al final del gobierno de Néstor Kirchner (2007), las jubilaciones mínimas alcanzaron los $91 en dólares constantes, y al final del primer gobierno de Cristina Fernández (2011), llegaron a $148.
No obstante, el retorno del déficit fiscal a partir de 2008 y el incremento de la inflación consecuente provocó una nueva caída en las jubilaciones mínimas. Al final del segundo gobierno de Cristina Fernández, las jubilaciones mínimas bajaron a $121 en dólares constantes. Luego, al final del gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), las jubilaciones mínimas disminuyeron a $91 en dólares constantes.
Finalmente, en diciembre de 2023, al final del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, las jubilaciones mínimas tocaron un nuevo piso histórico, alcanzando apenas $52,81 en dólares constantes.
En lo que va del gobierno de Javier Milei, las jubilaciones mínimas han experimentado una mejora en valores constantes, aumentando a $76,42. Esta tendencia positiva sugiere un posible camino hacia la recuperación del valor de las jubilaciones en Argentina.
De lo analizado podemos concluir en que mejora en las jubilaciones no depende únicamente de decretos o leyes, ya que su aumento irresponsable puede generar déficit fiscal y, en consecuencia, procesos inflacionarios a corto plazo. Estos procesos, aunque no siempre visibles debido a la ilusión monetaria, provocan una reducción consistente y creciente del ingreso en el tiempo.
La clave para lograr una mejora sostenible en las jubilaciones es la austeridad en el sector público, que permita mejorar el contexto económico y posibilite que el Estado afronte un aumento en los haberes. La historia nos enseña que los procesos de recuperación de los valores jubilatorios están estrechamente ligados a la mejora en las cuentas fiscales previas.
En efecto, durante la convertibilidad, la recuperación de los valores jubilatorios estuvo directamente relacionada con la mejora en las cuentas fiscales. Por el contrario, el abandono del superávit público y el retorno a los procesos de incremento de los precios generaron una fuerte caída en las jubilaciones a mediano plazo. Lo mismo ocurrió con posterioridad a la crisis del 2001.
Es fundamental aprender de la historia y adoptar políticas responsables que garanticen la sostenibilidad fiscal y permitan una mejora real y duradera en las jubilaciones.
Pablo Santiago Martínez Soler Lic. En economía. Jefe de Anses-Esquina.