Gremios combativos y movimientos sociales se unen al ala dura de la CGT y preparan una marcha contra Milei
La juventud sindical, camioneros, bancarios y las dos CTA, entre otros sindicatos, convocaron a una movilización para el miércoles 11 contra el veto de Milei al aumento para jubilados. Crece la preocupación por la reforma laboral, el desempleo y el techo a las paritarias.
Ante lo que consideran una etapa de “inacción” por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), los gremios combativos decidieron unirse y marcar una agenda propia en las calles. El ala dura de la central obrera -encabezada por Pablo Moyano-; la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma (CTA-A) y la de los Trabajadores (CTA-T), y los movimientos sociales marchan el miércoles 11 de septiembre al Congreso, en rechazo al veto del presidente Javier Milei al aumento de los haberes jubilatorios.
Pero también marcharán en contra de las reformas laborales incluidas en el megadecreto de Milei y en la Ley Bases; los despidos de trabajadores del Estado y el crecimiento del desempleo en el sector público; el techo que -dicen- impuso el Gobierno para los aumentos acordados en paritarias, y la privatización de empresas de servicios públicos, entre otros temas que preocupan a los referentes sindicales.
Si bien, con bajo perfil, el ala dialoguista de la CGT negocia con el Gobierno libertario para amortiguar el impacto de las reformas laborales, porque cree que todavía no hay humor social para enfrentarse, los gremios combativos comienzan a impacientarse y a presionar para la convocatoria a un tercer paro general contra el Presidente. Aseguran que es el pedido que empieza a escucharse en las calles y en las bases sindicales. No es el escenario que ven desde el otro lado de la grieta de la central obrera.
Los gremios duros se unen contra Milei
En una conferencia de prensa en la sede de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (Apsee), Moyano; Hugo Yasky (CTA-T); Hugo “Cachorro” Godoy (CTA-A), y Sergio Palazzo (La Bancaria) anunciaron la convocatoria a una movilización para el jueves de la semana próxima. Sin embargo, ante la sesión prevista en la Cámara de Diputados, adelantaron la fecha para el miércoles 11 de septiembre.
“Ante el posible tratamiento en la Cámara de Diputados del decreto presidencial que veta la Ley de Movilidad Jubilatoria, la jornada de movilización originalmente pautada para el jueves 12 de septiembre se adelanta al miércoles 11 de septiembre. La concentración se realizará frente al Congreso Nacional a partir de las 13:00″, señalaron las organizaciones. ATE informó que comenzará a las 12:00.
Convocan las dos CTA, la Corriente Federal de Trabajadores y el Frente Sindical para el Modelo Nacional, que forman parte de la CGT y que cuenta con la adhesión de la UTEP y la Mesa de organismos de derechos humanos. La marcha es “para reclamar a los diputados y diputadas que ratifiquen su voto a favor de la movilidad jubilatoria”, informaron.
En la provincia de Buenos Aires, también se reunieron los secretarios generales bonaerenses de la CTA-A, Oscar de Isasi, y de la CTA-T, Roberto Baradel, en ese camino hacia la unificación de las centrales obreras.
“Este reencuentro de las dos mesas ejecutivas, nace del esfuerzo de construir unidad en la acción de las dos CTA, para procesar las diferencias de manera constructivas y de una voluntad de construir un camino común. En esta reunión se expresa no solo la voluntad de resistir, sino de protagonizar el proceso político”, señaló Isasi.
Baradel coincidió en que la reunión tiene “como objetivo fijar una agenda en común, transitando el camino de la unidad y construyendo la fuerza necesaria que permita defender los derechos de las y los trabajadores”.
Crecen las diferencias en la CGT
La unificación de las centrales obreras y de los gremios combativos, en un camino común hacia la profundización de la lucha en las calles contra la política de Milei, agranda las grietas dentro de la CGT.
Aunque Héctor Daer y Carlos Acuña negaron reiteradamente que se hayan profundizado las diferencias con Pablo Moyano, los tres miembros de la cúpula de la central obrera no coinciden en las formas de llevar adelante los reclamos contra el Gobierno, y las diferencias amenazan el futuro.
Moyano, Palazzo y otros dirigentes gremiales creen que es momento de que la CGT abandone la lucha pacífica y recupere su impronta combativa. Aseguran que es un reclamo que crece desde las bases, con la amenaza del avance de los partidos de izquierda en algunas organizaciones sindicales.
El ala dialoguista apuesta a conseguir cambios tendiendo puentes de contacto con referentes liberales. Están convencidos de que es el mejor camino para minimizar las reformas, que creen que es imposible frenar, por el consenso del Gobierno con sectores aliados y gobernadores no peronistas, que tras las elecciones de 2023, son mayoría.