Se avecina un trimestre que podría registrar marcas térmicas superiores a lo habitual en 17 provincias. Si bien tardó en llegar, el extremo calor parece instalarse en gran parte del país y por lo menos, durante los próximos tres meses.

Según el último Pronóstico Climático Trimestral publicado esta semana por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), gran parte de la Argentina tendrá entre 40 % y 50 % más de temperatura que lo habitual para esta parte del año.
Este fenómeno se observará en al menos 17 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo al informe trimestral de pronósticos de temperatura y precipitación para todo el país.
“Para lo que sería el trimestre de verano, nosotros veríamos que estaríamos dominados por las condiciones meteorológicas de La Niña, que puede traer un déficit de precipitación en todo lo que sería la zona del noroeste argentino. Sin embargo, podemos tener precipitaciones por encima de lo normal en lo que sería la parte del noroeste argentino”, explicó a Infobae Maximiliano Vita, vocero del SMN.
Y agregó: “A su vez, también esto viene asociado a los valores de temperatura que uno esperaría tener para lo que sería gran parte de la provincia, de Buenos Aires y también para todo el país. Esperaríamos tener anomalías de temperatura por encima de lo normal, o a las condiciones normales para ese trimestre”.
Así, en 10 provincias se espera que la probabilidad de que las temperaturas se ubiquen por encima de lo normal oscila entre el 45 y el 50 %, reveló el reciente Pronóstico Climático Trimestral, que abarca desde diciembre de 2025 hasta finales de febrero de 2026.
Córdoba, Santa Fe, San Luis, La Pampa, Buenos Aires, Neuquén Río Negro, Chubut y Santa Cruz experimentarán ese incremento de probabilidad de aumento de temperatura por encima de los valores normales de verano.
Y provincias como Mendoza, San Juan, Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego tendrán una probabilidad de un 40% a 45% de incremento de temperatura.
En tanto que en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Corrientes y Misiones no habrá cambios significativos y se esperan temperaturas normales según los últimos datos de años anteriores.
“Estas condiciones de La Niña no afectan de la misma forma en toda la Argentina. Por eso vamos a tener algunas regiones donde esperamos tener precipitaciones por encima de lo normal, que sería la parte del noroeste y regiones donde esperaríamos tener déficits de precipitación, que sería más tirando a la zona del litoral. Estas señales son a nivel trimestral las que está emitiendo el Servicio Meteorológico, Nacional en su nuevo pronóstico. Se evalúan a un plazo más largo”, sostuvo Vita.
En cuanto a las precipitaciones, el pronóstico indica que cinco provincias tendrán mayores lluvias en un 45 % a 50%.
Serán Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja. En contraposición, Misiones, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa, parte de Buenos Aires, Río Negro y Chubut tendrán hasta un 50% menos caída de agua. El resto de las provincias tendrán precipitaciones normales para esta época del año, con una cantidad de días de lluvia prevista para enero y febrero que coincide con el promedio histórico, el cual supera ligeramente los 100 milímetros mensuales.
Cómo se definen e interpretan las categorías del informe
El informe se elabora en un escenario de condiciones neutras del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), lo que implica que no se prevé su influencia durante el trimestre considerado. La probabilidad asignada a cada categoría climática (superior, normal o inferior a lo normal) se reparte de manera equitativa, con un 33,3% para cada una.
Por encima de esa distribución base, el organismo define tres escalas adicionales, cada una con un aumento de cinco puntos porcentuales, hasta llegar a un valor máximo que supera el 55% cuando se proyectan condiciones notablemente alejadas de lo habitual.
“Se observan regiones donde las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos indican diferencias en cuanto a las probabilidades en el pronóstico estacional”, precisa el reporte.
“Las condiciones del ENOS son consistentes con una fase La Niña. La temperatura del agua del mar (TSM) en el océano Pacífico se mantuvo más fría que lo normal alrededor y al este de la línea de fecha (180°). Los vientos alisios en el océano Pacífico estuvieron intensificados entre 140°O y 150°E, y el índice de Oscilación del Sur (IOS) mensual continúa con valores acordes a una fase fría", destaca.
Y se advierte: “De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre diciembre-enero-febrero 2025/2026 hay 50% de probabilidades de que continúen las condiciones La Niña en el océano Pacífico ecuatorial”.
El pronóstico trimestral se construye a partir del examen de previsiones numéricas experimentales provenientes de los principales modelos globales de simulación y de modelos estadísticos nacionales, junto con el estudio de la evolución de las variables oceánicas y atmosféricas. El resultado difundido responde a un consenso formado a partir de todas esas fuentes. Las decisiones tomadas o no tomadas con base en la información del boletín recaen exclusivamente en el usuario.
En relación con la temperatura, el rango considerado normal incluye valores cercanos al medio grado por encima o por debajo del promedio. Cifras que se alejan de ese margen se clasifican como superiores o inferiores a lo habitual.
El SMN puntualiza que este tipo de pronósticos describe condiciones medias del trimestre y no aborda fenómenos breves, como olas de calor, irrupciones de aire frío o precipitaciones intensas y aisladas.
Por ello, sugiere revisar los pronósticos de corto plazo, diarios y semanales, además del sistema de alerta temprana, para obtener información sobre eventos meteorológicos de alto impacto que no pueden anticiparse en la escala estacional.
La metodología empleada integra modelos numéricos globales, herramientas estadísticas nacionales y el monitoreo de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
El documento señala que el pronóstico surge de un consenso entre todas estas fuentes, aunque reconoce que no es posible adelantar particularidades de escala subestacional, como la magnitud de sistemas frontales o la presencia de bloqueos atmosféricos.