“En la Argentina hay cerca de 54 millones de cabezas de ganado, a las que se les aplican dos vacunas a cada una por año. Por lo tanto, cuando hablamos de quitarle peso al productor, estamos hablando de un negocio de 110 millones de dosis por año, una cifra significativa”, comentó.
El tema había generado polémica en los últimos días, cuando el Gobierno intentaba avanzar con este cambio de reglas. El lunes hubo una reunión entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y laboratorios veterinarios, donde desde el organismo sostuvieron que querían aggiornar a la Argentina y establecer una línea común con la región.
Es que acá se utilizaban solo vacunas con cuatro cepas, mientras que en Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia la inoculación autorizada es bivalente, lo que ahora quedará habilitado a nivel local. Esta respuesta llega ante las quejas que generaba en el sector de la producción el alto costo que debían asumir para cuidar a su ganado con la tetravalente, de acuerdo a lo que estaba estipulado.
En el mitin del lunes Diego La Torre, presidente de Tecnovax, presionó para que abrieran la importación de la bivalente, producida por su laboratorio. Alegó que era importante “descentralizar la oferta” y cortar “con abusos de posición monopólica”. Mientras, los fabricantes de la tetravalente aseguraron que la vacuna de dos cepas que se usa en la región “no era tan buena” y que, por el contrario, la suya era la mejor aplicación antiaftosa del mundo.