En el marco de las celebraciones de Navidad, el obispo diocesano monseñor Adolfo Ramón Canecin, visitó el Hogar de Ancianos San José, este 24 de diciembre para celebrar la misa y compartir el almuerzo con los abuelos. Recibido por la directora y la Comisión de Amigos, el prelado destacó la importancia de este encuentro, señalando con ternura que "ellos celebran al mediodía porque se van a descansar temprano".





En un gesto de profunda humildad, el prelado se descalzó durante la homilía para invitar a los fieles a acercarse al misterio de la Navidad con sencillez, tras compartir el almuerzo de Nochebuena con los ancianos residentes.
Durante su visita, el obispo recorrió las instalaciones saludando a cada abuelo y deteniéndose especialmente en las habitaciones de aquellos que, por su salud, ya no pueden levantarse, brindándoles un momento de escucha y consuelo.
El momento más impactante de la jornada ocurrió durante la homilía. Para explicar cómo debemos acercarnos al nacimiento de Jesús, el obispo Canecin se quitó las sandalias, emulando el gesto de Moisés ante la zarza ardiente. "Tenemos que acercarnos con los pies descalzos, que representa el misterio del amor más grande de Dios para con la humanidad", expresó.
El prelado invitó a los presentes a contemplar el pesebre como una escuela de vida: «Contemplando el pesebre dejémonos amar por Dios, aprendamos a amar como Él ama, porque Él nace para enseñarnos a amar».
El obispo contrastó el nacimiento de Cristo con las problemáticas modernas, afirmando que frente a las "noticias falsas", Jesús nace como la Verdad, y frente a las guerras movidas por intereses económicos, Él trae la Paz.
"Dios se hace hombre para que los seres humanos aprendamos a vivir como hijos de Dios", concluyó, recordando que la Navidad es un misterio de amor inagotable que transforma la historia y ofrece "vida en abundancia" incluso en medio de las dificultades.-