Corrientes advierte la “situación límite” del sistema energético nacional
El pronóstico es sombrío. Así lo describió el titular del Ente Provincial Regulador Eléctrico (Epre), Pablo Cuenca, que ha lanzado una advertencia contundente que resuena con la frustración del interior del país: el sistema energético nacional está al límite.
No se trata de un problema local, asegura, sino de una desidia federal que amenaza con dejar a Corrientes y al Norte Grande a oscuras, especialmente durante el próximo verano. Su mensaje, crudo y directo, se planta de lleno contra la secretaria de Energía de la Nación, María Tettamanti, a quien acusó de vivir en «el país del microcentro».
CENTRALISMO EXPLÍCITO
La preocupación no es nueva, pero la inminencia del verano le otorga un matiz dramático. Para Cuenca, la falta de inversión en la red de transmisión nacional, una problemática que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) ya había señalado, ha sido históricamente un problema «marginal» para el centro del país.
El funcionario correntino subrayó que la situación sólo adquiere relevancia mediática cuando los cortes de luz comienzan a afectar al Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). «Un problema no marginal, pero sí de las regiones como la nuestra, donde en el período estival teníamos [inconvenientes] de manera recurrente», sentenció.
Cuenca fue tajante: si el Gobierno nacional no realiza las inversiones necesarias en infraestructura de gran porte (estaciones transformadoras y líneas de transmisión), habrá «consecuencias graves».
La crítica no sólo apunta a la inacción, sino a la tardía reacción del Gobierno central, que ha propuesto soluciones que, en el mejor de los casos, estarían listas para el verano de 2027. «Las soluciones ya se están planteando, probablemente, si todo se cumple, para el verano del 2027», advirtió en diálogo con una radio capitalina. Considera que las medidas actuales son meramente «paliativas» y no atacan el problema de fondo: la falta de una política de inversión real y sostenida.
«EL PAÍS DEL MICROCENTRO»
La tensión escaló con las declaraciones de la secretaria de Energía, María Tettamanti, quien en las últimas horas intentó minimizar la crisis, sugiriendo que el problema solo se presentaría “cinco días en las tres horas de demanda pico”.
La respuesta de Cuenca fue lapidaria y se ha convertido en el titular de la jornada: «Ella vive en el país del microcentro». El Presidente del Epre ha puesto en palabras la sensación de muchos: la gestión central no logra comprender la realidad de las provincias, donde un apagón no es una molestia de un par de horas, sino una amenaza a la vida cotidiana y a la economía regional.
UN SISTEMA PROVINCIAL ROBUSTO, UNA RED NACIONAL FRÁGIL
La ironía de la situación, según Cuenca, es que el sistema energético de Corrientes no es el problema. El funcionario destacó que la Provincia superó un récord histórico de consumo (790 MW) en marzo sin mayores inconvenientes.
El verdadero talón de Aquiles, insistió, es la interconexión con la red nacional. Un colapso o una «perturbación» en cualquier punto del país, como en la vecina Formosa, puede desencadenar un corte automático en Corrientes para proteger el equipamiento local.
En ese sentido, la Provincia se convierte en una víctima del sistema nacional, a merced de las falencias de una red que, sin una inversión urgente, no podrá soportar la demanda creciente, especialmente ante el pronóstico de altas temperaturas.
EL RECLAMO DE FEDERALISMO
El reclamo de Cuenca es un eco de una demanda histórica de las provincias del interior: una gestión con mirada federal. A las puertas del verano, su advertencia no es un lamento, sino un llamado de atención.
Corrientes, con su sistema local funcionando, se enfrenta a una situación de «vulnerabilidad extrema» ante la inacción del gobierno nacional, exponiendo una vez más la dicotomía de un país que invierte sus recursos y atenciones en el centro, mientras deja al resto en la oscuridad.