Renunciaron dos funcionarios por el escándalo del barco de un empresario chino que lleva toneladas ilegales de merluza negra
Primero se fue Julián Suárez, director de Control y Fiscalización Pesquera y militante de La Cámpora. Luego puso a su disposición su puesto Pablo Ferrara Raisberg, coordinador general de Cancillería. Los portazos se dieron por el pedido de sanciones a una embarcación con carga ilícita de una especie protegida. Polémica por el llamado con el que intervino el hombre de Diana Mondino.
Un funcionario clave para el control de la pesca renunció en medio de acusaciones por supuestas presiones de Cancillería para favorecer a un empresario de China por la pesca ilegal de merluza negra frente a Tierra del Fuego. La polémica le valió también el cargo al coordinador del Ministerio de Relaciones Exteriores involucrado, que puso a consideración su dimisión.
Clarín reconstruyó la historia que se esconde detrás de las dos renuncias, que entrelaza los traspiés de funcionarios sin experiencia en el área de pesca, la falta de tropa propia del gobierno de Javier Milei y llamados indiscretos desde otras dependencias públicas que salpican a ministros.
Julián Suárez se desempeñaba como director nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera desde 2020, puesto en el que había sido designado por Alberto Fernández. Confeso militante de La Cámpora, el 7 de diciembre pasado ya había presentado su renuncia indeclinable al cargo con fecha del 10, el mismo día que asumía Javier Milei. Al área de Pesca había llegado en 2009 desde donde hizo carrera en la función pública, incluso durante la gestión de Mauricio Macri.
Pero Suárez no pudo irse a su casa. Desde el nuevo gobierno le pidieron que se quede por su amplia experiencia y la falta de personal propio. Aceptó, en parte porque su cargo de funcionario público le impide hacer abandono de su puesto de trabajo sin caer en un delito, pero puso condiciones. A cambio pidió que no se echara a ninguna de las personas que tenía bajo su ala, mantener su estilo de gestión y que desde Casa Rosada no se derogaran normas que se habían elaborado durante los últimos años.
En enero, el gobierno de Milei nombró a quien sería su jefe, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Juan Antonio López Cazorla, dependiente de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, todo bajo la órbita del Ministerio de Economía. López Cazorla fue quien recibió la ahora sí renuncia indeclinable de Suárez como director nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera. Esta vez se la aceptaron.
Un barco argentino de capitales chinos con una carga de merluza ilegal La salida de Suárez del área de Pesca se comenzó a gestar en febrero, cuando empresas pesqueras se quejaron ante su dependencia porque el buque Tain An, de la empresa Prodesur SA, de origen argentino pero constituida con capitales chinos, llevaba en sus bodegas más merluza negra de la que tiene permitida.
Liu Zhijiang es el dueño de Prodesur S.A, dueño del buque, de los más grandes que existen en la flota nacional. Además de empresario del mar sería un exquisito coleccionista de arte ya que contaría en su colección con obra del pintor holandés Rembrandt.
Para pescar merluza negra se necesitan permisos nacionales y existe una cuota por barco debido a que se trata de una especie que se busca preservar. Pero también existe la pesca incidental, bycatch en la jerga, un fenómeno que sucede cuando se utilizan redes de arrastre para pescar otras especies que habitan la misma zona y, en el arrastre se obtiene, sin proponérselo, este pescado.
Existen regulaciones que indican cuánta merluza negra pescada de forma incidental pueden llevarse los buques. El Consejo Federal Pesquero resolvió en 2023 reducir al 1,5% de la capacidad de bodega de un barco la cantidad a quedarse o 5 toneladas del pescado, lo que represente la cifra menor.
El buque Tai An tiene la capacidad de transportar 1.000 toneladas en sus bodegas, es decir, se le aplica la cifra permitida de 5 toneladas. A bordo de cada embarcación viajan inspectores del gobierno para constatar que se cumplan las normas de pesca. La funcionaria allí asignada informó que el barco llevaba 142 toneladas de merluza negra, muy por encima de su permitido.
Sin embargo, fueron las empresas competidoras las que pusieron el grito en el cielo y avisaron a la Subsecretaría de Pesca. A Suárez, en su calidad de director nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera le correspondía realizar la nota destinada a Prefectura Naval para que la fuerza de seguridad ordene al barco volver a puerto por la infracción que cometía. Este tipo de delitos, de acuerdo al Régimen Nacional de Pesca, son contravenciones, por lo que les suelen caber a las empresas sanciones económicas.