La particularidad de este año es que la celebración tendrá un significado especial para toda la Arquidiócesis: durante la misa central, el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczik, impondrá el Palio Arzobispal a monseñor José Adolfo Larregain.

En el Santuario de Nuestra Señora de la Merced se ultiman los preparativos para la fiesta de la Patrona Jurada de la ciudad de Corrientes, cuya liturgia se celebra el próximo miércoles 24.

Este año, la celebración tendrá un significado especial para toda la Arquidiócesis: durante la misa central, el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczik, impondrá el Palio Arzobispal a monseñor José Adolfo Larregain.

Bajo el lema "Con María, peregrinos de esperanza", las actividades comenzaron con la tradicional entronización de la imagen de la Virgen de la Merced y se extienden hasta mañana, con rezos del Santo Rosario, misas, novena transmitida por LT7 y espacios de confesiones.

Cada jornada se dedica a bendiciones especiales: a la vida consagrada, a las autoridades provinciales y municipales, a las familias, a los jóvenes, a los enfermos y adultos mayores, a los servidores de la salud, a las fuerzas armadas y de seguridad, a los grupos parroquiales, movimientos, catequesis y comunidades Pro Vida.

Entre las actividades que se realizaron y restan concretarse figuran: fogón juvenil que se realizó el pasado sábado a las 21:30.

Ayer por su parte, desde las 9:30 se concretó la caminata de los niños desde la plazoleta Stella Maris hasta el Santuario.

Para mañana se espera la Canta a Nuestra Señora de la Merced. Esta actividad está prevista para las 21:30. Saludo a la Virgen en el atrio del templo, a la medianoche.

El miércoles 24 de septiembre se celebrarán misas a las 7, 8, 9, 10 y 11. A las 16, tendrá lugar la solemne procesión y misa central, presidida por el Nuncio Apostólico, con la imposición del Palio. La jornada concluirá con misas a las 20 y 22.

La historia de la Virgen de la Merced en Corrientes comienza con la llegada de los mercedarios en el siglo XVII, estableciéndose en la iglesia que hoy lleva su nombre, construida sobre ruinas antiguas. La devoción se arraigó en la provincia, especialmente con el reconocimiento de ser la patrona de la ciudad.

diario Época