“Tuvimos desafíos serios, como el derrumbe de 40 metros de costanera. Afortunadamente, actuamos rápido desde la municipalidad, con PRODEGO, y luego con una inversión millonaria de la provincia que permitió hacer el pedraplén. Si eso no se hubiese hecho, hoy el río estaría dentro de la ciudad, afectando viviendas y familias”.

“Sin embargo, hay sectores que critican desde la mala intención. Dicen que la costanera “tarda en hacerse”, como si se tratara de una simple refacción. Otros cuestionan que el municipio tenga ahorros, como si fuera un error. Pero tener reservas es parte de una gestión responsable: sabemos que la recaudación tiene altibajos y que la situación nacional, con recesión y caída del consumo, impacta directamente en los ingresos municipales. No hay margen para el despilfarro ni para promesas mágicas”.

“Por eso defendemos una administración prudente, seria y responsable. Es nuestra principal carta de presentación y lo que ofrecemos hacia adelante: una gestión que planifica, que escucha, que ahorra y que cumple”.

“No se trata solo de mostrar lo que hicimos, sino también de salir a caminar, hablar con los vecinos y preguntar: ¿qué falta en tu barrio?, ¿en qué podemos mejorar?, ¿qué no hicimos bien? Ese diálogo nos permitirá proyectar con realismo los compromisos para los próximos cuatro años”.

“No prometemos cualquier cosa, ni vendemos humo. Esta línea política se caracteriza por cumplir más del 80% de lo que se propuso. Lo que no se hizo, está en agenda, y lo que hay que corregir, lo asumimos con responsabilidad. Porque la gestión pública no termina en una gestión de cuatro años, ni en ocho. Siempre habrá desafíos y necesidades, y por eso es clave tener un municipio en marcha, que da pasos hacia adelante”.

“También debemos tener cuidado con discursos que suenan bien pero no cierran por ningún lado. Hay propuestas que prometen bajar impuestos, aumentar sueldos y hacer más obras, todo al mismo tiempo. Eso no es serio. O se hace obra pública, o se bajan tributos, pero todo junto no es viable sin desfinanciar el municipio o echar empleados”.

“La ciudad de Goya es una de las que menos grava en ingresos brutos en el país. No hacemos impuestazos, hacemos actualizaciones necesarias. El estacionamiento medido, por ejemplo, creció solo un 50%, y no con afán recaudatorio, sino para ordenar el tránsito y sostener a más de 30 familias que trabajan en el sistema”.

“Las decisiones se toman con criterio. No premiamos al que evade y castiga al que cumple. No es justo beneficiar al que nunca pagó mientras el jubilado viene con esfuerzo a pagar su tasa. Esa es la diferencia entre una gestión con valores y propuestas inconsistentes que solo buscan votos”.

“Obras como la Colón, Rolón, Piragini, Masanti o José María Soto son históricas. Y otras más chicas, como las del programa Mita y Mita, cambiaron la vida de muchos vecinos que pensaban que nunca iban a tener una calle asfaltada. En Goya demostramos que, con organización y compromiso conjunto entre vecinos y Estado, las cosas se hacen”.

“Nos esperan dos grandes desafíos: la nueva costanera y la terminal. Obras soñadas, pero posibles. Hoy más que nunca, los goyanos debemos permitirnos soñar en grande, porque sabemos que, con esta gestión, los sueños se hacen realidad”.

“En este camino político, los días son movidos. Yo sé que siempre vengo con mucha actividad, pero esto —la campaña— te saca de lo habitual. A todos los que estamos hoy en situación de candidaturas nos cambia un poco el día a día: hay que recorrer la ciudad, programar visitas, estar presente. Nos pasa a todos, de todas las fuerzas políticas. Y por eso en este mes se nos ve un poco más”.

**Cuando se me ofreció esta nueva responsabilidad, lo acepté convencido. En la función pública uno siempre trabaja pensando en el ciudadano, más allá del cargo. A mí me tocó estar en un área poco simpática, como la recaudación tributaria, pero siempre con la intención de que lo que se cobra tenga un servicio que lo respalde.

**Después, cuando me propusieron ser concejal —el mismo día que cerraba la lista— acepté, sabiendo que era un gran desafío. Yo venía de lo ejecutivo, de la subsecretaría de Ingresos, algo más afín a mi profesión de contador. El legislativo te abre a muchos temas que tal vez no dominás, pero hay que asesorarse, buscar la información y trabajarla. Lo importante es dar respuestas, no solo a quien te votó, sino también al que no, pero tiene un problema.

**Cuando Mariano me dijo que quería que lo acompañe, sentí primero una gran satisfacción personal: que alguien confíe en vos es un halago en cualquier ámbito de la vida. Después vino el análisis político. Estoy convencido del proyecto que representamos. No solo lo acompaño desde lo discursivo, sino que pongo el cuerpo. Y eso no quiere decir que esté todo resuelto, pero sí que sabemos hacia dónde vamos.

**Creo tener la capacidad para asumir esta responsabilidad y ser realmente un compañero de trabajo del intendente, si Mariano resultara electo. El rol del viceintendente está claro: acompañar, controlar, coordinar con el Concejo. No es solo una foto, como muchas veces se ve. A veces las fórmulas terminan siendo imágenes que no se sostienen en la práctica. Ya lo vivimos en gobiernos nacionales, donde el presidente y el vice no se hablaban. Eso le hace daño a la gente, no a los dirigentes.

**Yo quiero ser esa mano derecha del intendente, un puente entre la gestión y los vecinos. Porque muchas veces al intendente se le hace difícil llegar a todos, por su agenda. Y ahí el vice tiene que estar. No se puede asumir un cargo y luego desentenderse. La sociedad vota una fórmula, una propuesta de equipo, no proyectos individuales.

**Desde lo económico, también hay cosas importantes que sostener. Lo que distingue a esta gestión es la buena administración. No se asumieron compromisos impagables, se fue prudente, y eso permitió hacer obras, prestar servicios, avanzar. Yo entré a la Tesorería en 2017 y sé bien lo que recibimos: un municipio en menos veinte. Con deudas registradas y no registradas, con camiones de basura destruidos, con proveedores impagos. Había que alquilar camiones, traerlos desde Corrientes.

**Hoy la situación es otra. Hay una Secretaría de Hacienda consolidada, que no se atrasa con las rendiciones, que rinde cada peso que llega de la provincia. Y eso también permite que sigan llegando fondos. La gestión es ordenada, y eso se traduce en resultados concretos.

**Por eso, cuando veo a funcionarios de aquella gestión hablar de cambio, me pregunto: ¿el cambio hacia atrás? Porque yo no quiero volver a ese pasado. No hablo desde lo personal —hay personas que aprecio mucho—, pero en gestión pública no hay comparación. Desde 2017 a hoy, el municipio se ordenó, se levantó y no se detuvo.

**Y eso no se logra solo con fondos, sino con una buena relación entre intendente y gobernador, con gestión, con rendición, con responsabilidad. Eso es lo que defiendo, eso es lo que quiero continuar, y eso es lo que estamos ofreciendo como fórmula: no una foto, sino un equipo real de trabajo."