“Hoy le dan la libertad al golpeador Cristian Casco, el cual dejó casi sin vida a su ex pareja, en un evidente intento de femicidio. Lo deja en libertad, sin ningún tipo de dispositivo electrónico para tenerlo monitoreado, para otorgarle de cierta manera seguridad a la víctima...”
¿Quién lo deja en libertad? El poder judicial, la misma justicia que tiene que proteger a las personas más vulnerables...
¿Qué pasa cuando es la misma justicia la que nos expone al peligro y a la violencia de género, y se convierte en cómplice de los hijos del poder?