Liga Federal: Siguen las repercusiones tras el bochornoso final en AMAD- San Martín
El día de ayer, gran parte de la comunidad basquetbolista de Goya seguía transmitiendo su malestar a través de las redes sociales por el accionar del arbitraje y la mesa técnica en el último partido federal jugado en la ciudad.
El último miércoles se disputó en Goya un nuevo clásico regional entre el Verde y el Santo. Y pese a que todo el mundo esperaba una fiesta, mas allá de lo que estaba en juego que no era menos que asegurarse puestos de clasificación a la siguiente etapa federal, esta se vio empañada en un papelonesco desempeño de la dupla arbitral compuesta por Isaac Villalba y Nicolás Zapata, también con un muy mal desempeño del comisionado técnico del partido, Omar Mónaco.
No es la primera vez que estos personajes del arbitraje vienen perjudicando a los equipos locales en esta competencia nacional. No solo en esta temporada, ni las veces que ha participado AMAD. Se ha visto también con Unión y con Juventud Unida en su momento cuando también participaban en la tercera categoría del básquet argentino.
Fueron entre tres y cuatro pitazos que condicionaron el partido, con una saña en particular hacia el equipo local, dejando los árbitros y la mesa técnica verse condicionada por los contantes reclamos del equipo del interior provincial, permitiendo tomarse más tiempo en los minutos pedidos, protestando con ademanes. En otras palabras, dejaron que le manejen el partido a diestra y siniestra.
Pero quizás los puntos más álgidos de las protestas fueron el triple convertido por Maximiliano Torino y la ¿falta? final de Franco Piasentini. En el caso del tiro del capitán local miraron el famoso “REVIEW” para determinar que este había sido fuera de los 24 segundos de posesión. Y mas aun fue la bronca generalizada cuando cobraron una dudosa falta de Piasentini sobre Insaurralde en los segundos finales, y pese al reclamo del banco local, no tuvieron la misma vara de ir a ver con el video y ese fallo fue determinante para el resultado final, ya que gracias a ello San Martín se quedó con el partido.
“Sentimos que nos robaron en casa, con nuestra gente, Después se quejan cuando no hay competencias y lloran por laburo” “Fue un choreo a mano alzada”. Algunas de las frases de los fanáticos tras el robo del siglo.
Ojala que estos paladines de la justicia tengan su sanción merecida para que el básquet no vuelva a ser un negocio y los protagonistas sean quienes verdaderamente hacen el juego, y los Zapatas, los Villalba y los Mónaco dejen de tener el papel principal.