El obispo repitió el gesto de Jesús lavando los pies
En el marco de la Semana Santa, el obispo diocesano monseñor Adolfo Ramón Canecin, recordó la lección de humildad que dio Jesucristo a los apóstoles durante la Última Cena, repitiendo el rito del lavatorio de los pies. Este año, como en otras oportunidades, el obispo llegó hasta la Unidad Penal 8 de Goya, para realizar el gesto efectuado por Jesús, su entregarse ́hasta el final ́ por la salvación del mundo, su caridad sin límites".
Monseñor Adolfo Canecin, concelebro la misa acompañado por los presbíteros Diego Alberto Villalba (capellán del servicio penitenciario subadjutor) y Boris Escobar Sejas csr (párroco de San Roque y San Jacinto). Realizó el lavatorio de los pies invitando a conformarse profundamente a Cristo que "no vino para ser servido, sino para servir" y empujado por un amor "hasta el final", a dar su vida por la salvación de todo el género humano.
En su homilía se refirió a la última Cena de Jesús con sus apóstoles como la Cena Pascual en la que se anticipó el verdadero sacrificio que Jesús iba a ofrecer al día siguiente entregando su propia vida. De modo que la atmósfera es celebrativa, pero con la sombra de la pasión detrás.
Participaron del gesto del lavatorio de los pies algunos internos que se alojan en esa cárcel y personal del servicio penitenciario provincial, encabezados por el subdirector adjutor principal Ernesto Chavete.
Participaron integrantes del Equipo de la Pastoral Carcelaria de la Diócesis de Goya, quienes, junto al obispo y los sacerdotes, desde una mirada de misericordia, se sintió más que nunca la presencia de Jesús en nuestros hermanos en este contexto de encierro y visitamos al Jesús crucificado en cada uno de ellos dentro de la cárcel. -